Escrito por Daniela García y Diego Guzmán para diario el Mercurio.

Mis colegas arquitectos tenían la idea de trabajar con los humedales. Yo conocía muy bien esta problemática y, además, venía del mundo artístico». explicar el doctor en composición Musical e investigador principal, Felipe Otondo, sobre la iniciativa Time-Lapse Sonoro de Humedales de Valdivia. Este busca generar audios al combinar extractos grabados a lo largo de un día entero en los humedales de la capital de la Región de los Ríos.

El equipo de trabajo de la Universidad Austral lo complementan los investigadores Rodrigo Torres, Caroline Ohle, Roberto Burgos y Víctor Poblete. En conjunto con Otondo, y desde el 2015, buscaron imitar el time-lapse del mundo de la fotografía –que junta una serie de imágenes captadas periódicamente durante tiempos prolongados que, al ponerse en secuencia, dan la impresión de resumir ese tiempo en solo segundos– y lo aplicaron a la audición. Inspirados en obras del compositor británico Chris Watson y con el financiamiento de la Universidad Austral y Conicyt, consiguieron todo lo necesario para desarrollar el proyecto.

Ante la nula intervención humana en los humedales, pueden registrar sin interrupcines el ruido ambiental. Para esto, crearon un algoritmo que selecciona al azar momentos de cada hora del día y noche para reunirlos en un solo archivo de audio de tres o cuatro minutos. Así, la gente puede acercarse al patrimonio natural que los rodea mediante la audición. Una forma distinta de crear conciencia medioambiental.

El algoritmo inteligente se podría adaptar a distintos formatos, ligados al área educacional. Otondo cree que este proyecto podría ayudar a personas con discapacidad visual, para que puedan disfrutar este tipo de lugares a través de otros sentidos. Gracias a esto podrían «de alguna forma, recrear esta experiencia», afirma.

Según él, en nuestro país, los proyectos que buscan surgir debe pasar por demasiada burocracia, y eso debiera cambiar, ya que existe «la infraestructura y el capital humano» para hacer grandes cosas. También añade que los innovadores están para «cuestionar las cosas», sin olvidar el «darle valor a los proyectos piloto», ya que «después pueden conducir a algo más grande».